Ficha de Grecia Giorgatos

Se llamaba Grecia, en honor del bello país mediterráneo en el que nació. Grecia Giorgatos. Era su nombre lo único que sus padres le legaron, ya que a los pocos días de haber nacido fue dejada en el orfanato de la ciudad, sin miramientos. En ese entonces ambos eran demasiados jóvenes, demasiado inexpertos, demasiado irresponsables como para imaginar en las consecuencias de un encuentro furtivo: pensaron que antes de criar a su hija de mal modo deberían dejarla al ciudado de personas que posean más experiencias que ellos, restándole importancia al cariño que solamente ellos le podrían dar. Y así fue que Grecia creció hasta los tres años rodeada de una familia inmensa con niños de diferentes edades, con los que a pesar de apreciarlos jamás encontro algun parecido.
Sus días en el orfanato terminaron cuando la adoptaron una pareja de Italianos quienes poseian todo cuanto deseaban, a excepción de un hijo; y a pesar de quela pequeña no deseaba irse de esa tierra mediterránea a la que tanto amaba aceptó el cariño que el matrimonio Bartichiotto estaba dispuesto a darle, y aprendió a quererlos como si fuesen sus verdaderos padres. Ya desde pequeña le resultaba imposible mantenerse en un solo lugar, por lo que siempre andaba cantando, dibujando, leyendo, disfrutando de todo cuanto el mundo pudiese ofrecerle; tenía un don para el arte y siempre quiso estudiar aquello. Fue los quince años cuando ella junto a su familia se mudaron a Francia, ya que su padre había conseguido un buen trabajo. Y allí fue donde conoció a Williams, quien más adelante fue su amigo, su hermano, su compañero, su amante. Su perdición, tal vez.
Williams y Grecia eran inseparables; lo compartían todo y conocían al otro incluso más que a si mismo. Sin embargo la línea que separaba al amor de la amistad se fue esfumando poco a poco. Años después, quizás por el alcohol, tuvieron un encuentro tan fugaz como vehemente que ninguno de los dos estuvo dispuesto a aceptar. Williams lo veía como un accidente, mientras Grecia sentía un cariño que iba más allá del rol de amiga que se había impuesto. Tal vez aquel era el momento perfecto para ir por él, pero contra todas las predicciones la joven decidió volver a Grecia a finalizar sus estudios y a reencontrarse con su familia. Seprarse de él fue terrible, lo extraño más de lo que estaba disupuesta a admitir. No eran amigos, no eran amantes, en ese momento ya no eran nada, y aún así Grecia sabía que por más que él no lo desee, se volverían a ver.Los años fueron pasando y no supo más de Williams hasta que su destino la llevó nuevamente a Francia. Y así, su historia volvía a empezar.